Por estos caminos de silencio voy
buscando sin saber tu compañía.
Solo en la cima retornó sobre una herida;
La de haber nacido sin saber,
sin sombras, ni dudas, ni anhelos.
Cada día pasa indiferente
como un extraño que mira en el espejo
su ticket de regreso a una inconfesable mentira.
tierra prometida por una esperanza antigua.
Ya voló el gorro del abuelo,
los colores aguados de los boliches de cristal.
Cielos celestes de inocencia muda.
Nubes de aire sin dirección aparente
flotan sobre un pensamiento ciego.
Nada se resuelve pues en verdad todo está hecho.
Nada se desploma pues ya ha muerto.
El nido, la luz del mediodía, la sonrisa fugaz...
Todo eso amanece para deshacerse y flotar en un mar de nada.
Tanto esfuerzo en este mundo por perdurar
y hasta las piedras hunden su peso en la vacuidad del tiempo.
Minerva huidiza, si vieras como duele tu ausencia,
Encontrarte para calmar mi sed.
¡Ese es el propósito!….
Pero huyes, huyes como las sombras,
En un cerrar de ojos
En un crepitar de sales.
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